Upcycling en el diseño contract: así transformamos residuos en espacios con alma

Cada año, toneladas de plásticos de bajo valor acaban en vertederos, incineradoras o en la naturaleza. Se trata de materiales difíciles de reciclar y sin salida comercial, como los plásticos agrícolas o los envoltorios multicapa. Frente a esta problemática, surge HabitUp, un proyecto colaborativo que apuesta por la economía circular y demuestra que es posible dar una nueva vida a lo que antes se consideraba desecho.
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Economía circular desde el origen
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El proceso comienza recuperando residuos plásticos que han sido tradicionalmente descartados por la industria. Estos materiales se seleccionan cuidadosamente en función de sus propiedades físicas, mecánicas y estéticas.
Sin añadir resinas ni compuestos vírgenes, se prensan mediante técnicas de termocompresión para crear paneles únicos, 100% reciclados y reciclables.
Este enfoque no solo evita la generación de nuevos residuos, sino que también reduce la dependencia de recursos fósiles y minimiza el impacto ambiental.
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Diseño sostenible para espacios contract
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Los paneles reciclados generados por Habit Up encuentran su aplicación en mobiliario diseñado específicamente para espacios contract: hoteles, oficinas, centros educativos o sanitarios. Se trata de soluciones funcionales y estéticas como bancadas, mostradores o contenedores de reciclaje, creadas por marcas comprometidas con la sostenibilidad, entre ellas CitySens, Planning Sisplamo y Aleteo Insight.
Estos productos no solo aprovechan materiales reciclados, sino que también promueven un diseño con propósito: duradero, adaptable, bello y respetuoso con el entorno.
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Cerrar el ciclo
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Una de las grandes virtudes del proyecto es su visión a largo plazo: los productos creados con estos paneles pueden reciclarse de nuevo al final de su vida útil, volviendo al inicio del ciclo como materia prima. Habit Up muestra así que el diseño circular es posible, funcional y deseable.
Este modelo propone una nueva manera de entender el diseño: no como un fin, sino como un proceso en continuo movimiento, donde cada producto es también el comienzo de una nueva historia.
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